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¡Hola entusiasta qué tal estás!
A veces tenemos clientas que quieren verse naturales, otras tampoco es que quieran pasar desapercibidas… y algunas quieren darlo todo.
Tú como profesional tienes que saber adaptarte a cada estilo y de qué forma conseguir un acabado u otro. Así que aquí te voy a hablar sobre cómo jugar con el color para conseguir, de forma consciente, cómo llegar a esos resultados.
Dejando al margen lo subjetivo que puedan ser estas ideas (natural o llamativo), te voy a hablar de cómo utilizar las características del color para que lo gradúes conscientemente:
Obviamente, natural no es mejor que llamativo o cañero, ni más bonito o feo. Simplemente son opciones a las que tienes que saber cómo llegar para adaptarte a tu clienta o tenerlo en cuenta contigo misma si te apetece.
Pienso que un maquillaje natural es el que no destaca en la persona y se integra o parece formar parte de ella o él. Así que… cuanto mayor contraste haya entre nosotros y el color del sombreado, más llamativo va a ser el maquillaje.
El tono es el color en sí, y como generalmente nuestra piel es de diferentes tonos cercanos al naranja, los colores más naturales van a ser tierras y cálidos. Es decir, utiliza colores análogos o monocromáticos al naranja como los marrones u otros colores cálidos. Cuanto más te alejes de los tierras… menos natural.
El complementario de los naranjas son los tonos celestes (entre el cian y el azul), así que estos (y en general tonos fríos) van a ser llamativos en nosotros.
Ten en cuenta también la zona del párpado donde aplicas cada color. Generalmente, y sobre todo en ojos con pliegue, el párpado móvil es poco visible con el ojo abierto, así que el color que apliques aquí va a tener menos presencia. Sin embargo, en el párpado fijo e inferior los colores que apliques se van a ver esté el ojo como esté.
Así que cuando quieras utilizar un color llamativo para darle un toque de chispa al maquillaje, pero sin pasarte… aplícalo en el párpado móvil. Y si no… en el inferior porque suele ser una zona más estrecha y el sombreado será más pequeño. Pero si quieres darlo todo… el párpado fijo suele ser la zona más amplia y visible, sobre todo si estiras tu sombreado hacia la sien.
Aún así, toma nota de estos detalles de visibilidad y amplitud de zonas para ajustarte en todo momento a los ojos que tenga tu clienta en el caso de que se den de otra forma.
La luminosidad se refiere a la cantidad de blanco o negro que tiene un color. Es decir, lo claro u oscuro que sea.
Teniendo en cuenta la luminosidad de la piel de la persona, color de ojos, pelo… cuanta mayor diferencia haya entre ellos y nuestro sombreado, más destacará el maquillaje (aunque entre estos, yo me guiaría más por la piel que es el «elemento» de mayor amplitud y predominancia, a no ser que lleves el pelo a lo Jurado jajaja).
Así que, a no ser que la persona sea muy clara u oscura, los tonos de luminosidad media van a quedar más integrados en nosotros y más naturales, y al contrario.
Algo con lo que puedes jugar es con la combinación de tonos más y menos llamativos. Es decir, equilibrar con tonos tierra o más naturales toques de color menos discretos.
En este caso son colores análogos y eso hace que el paso de uno a otro sea aún más suave.
La saturación es el grado de pureza del pigmento, y cuanto más puro sea más llamativo es.
Dicho de otra manera, cuando tenemos un color muy vibrante, llamativo, chillón o como lo quieras llamar… es que tiene mucha saturación. Y cuanto más apagado o grisáceo sea el color, menos saturado estará.
Esto a veces lo relacionamos con la calidez y frialdad, llamando frío a un marrón grisáceo y cálido a otro más rojizo. El marrón frío lo utilizamos para contornear y simular/potenciar sombras del rostro, y el cálido para broncear la piel.
Esto llevado al maquillaje quiere decir que, si utilizas colores poco saturados como arriba, se va a percibir más natural.
Pero si elegimos colores con mayor saturación como este, tu maquillaje va a llamar más la atención, y aunque sea bonito… natural natural no va a ser jeje.
Si los colores que utilizas en tu sombreado están también en el estilismo vas a crear una sensación de unidad y cohesión en la imagen de tu clienta. Y este sentido y coherencia va a ayudar a dar naturalidad.
También te aconsejo que esta sensación de «unidad» la busques entre el colorido de ojos, mejillas y labios.
Y si utilizas un color que de repente destaca mucho con el resto del colorido (como el verde en este maquillaje) trata que se repita al menos en dos lugares, ya sea en otra zona del maquillaje o en el estilismo.
Algo que también va a hacer que tu maquillaje se perciba más natural, independientemente del colorido, es que su forma y las líneas se ajusten a la morfología del ojo y siga sus líneas naturales.
Esto es porque de esta manera percibimos el maquillaje como un elemento integrado y que forma parte de la persona.
En este caso por ejemplo, el eyeliner es una continuación de la dirección que lleva la línea de agua inferior. El grosor del sombreado en el párpado inferior no sobrepasa el surco natural que se crea en la ojera cuando acaba el globo ocular (suele salir también al sonreír). Y el sombreado en el párpado fijo va en paralelo a la ceja y el rasgado hacia la sien no se corta con la prolongación de la cola de la ceja (aunque no lo veas… ya te digo yo que lo hice así jajaja).
¡Bueno entusiasta! espero haberte ayudado a saber cómo manejar el color de forma consciente para que esto te haga sentirte más preparada, segura a la hora de maquillar y tengas el control sobre el acabado que vas a conseguir para ajustarte a cada una de tus clientas.
Y tú, ¿ya sabías estas cositas o te guiabas por intuición?.
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